VAMPIRA NOVATA
8:48 |
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Noemy |
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Aqui traigo la primera parte del capitulo 6. Espero sinceramente que os guste.
Capitulo 6. Primera parte.
Capitulo 6. Primera parte.
Mientras me encontraba sentada en el suelo, Katrina se pasaba de un lado a otro explicándome todas las normas que debía cumplir ahora que era un miembro más de los hijos de la oscuridad. Nunca imaginé la posibilidad de que éstos tuvieran unas normas que cumplir con sus respectivos castigos sino lo hacían. Ni siquiera en todas las películas vistas a lo largo de mi vida mostraban tal hecho inimaginable.
Los vampiros con normas que cumplir. Por más que lo repitiese en mi mente, aún seguía sin creérmelo. Katrina se detuvo frente a la chimenea. Se quedó observando las llamas, el modo en el que éstas crecían con intensidad para iluminar el interior de una habitación poco iluminada. Sus ojos estaban perdidos en su caliente belleza. A veces, cuando la veía tan pensativa me preguntaba qué era lo que se le pasaba por la cabeza. Si hubiese podido conocer sus pensamientos, habría sabido más de ella. La habría conocido realmente. En cambio, ahora solo puedo recordar aquellos momentos que pasamos juntas.
_ Nosotros los vampiros tenemos unas reglas que cumplir con su respectivo castigo en caso de su incumplimiento._ Explicó con seriedad.
_ No suena bien._ Comenté un poco inquieta. Las normas están para incumplirse, algo que después aprendí de Katrina.
_ Tenemos prohibido beber sangre de un mortal aunque éste nos otorgue permiso para hacerlo._ Informó de la primera norma._ El motivo de ello se encuentra en los casos en los que los vampiros más veteranos no consiguen controlar sus ansias de sed y eso lleva a la muerte del mortal del que se alimentan. Es por dicha razón por la que existe tal norma. Y en caso de incumplirla seremos castigados con la extracción de los colmillos, evitando de ese modo poder alimentarnos._ Explicó._ La segunda norma. No podemos enamorarnos de los mortales. Tal acción es castigada con la muerte del mortal y con el aislamiento del vampiro en la torre oscura.
_ Pero tú…_ ¿Cómo poder preguntárselo sin herirla?
_ Eso fue distinto._ Aseguró con firmeza._ Aún eres una neófita para entenderlo. Pero con el tiempo eso cambiará._ Explicó brevemente._ Volvió la mirada hacia el otro lado. Acaso, ¿evitaba enfrentarse a mí?_ La tercera norma. No podemos transformar a un mortal al menos que éste nos dé su permiso. En caso contrario, seremos castigados con la muerte del recién transformado y el exilio de su creador durante más de cien años._ Volvió la mirada._ Nadie ha salido bien parado de tal castigo.
_ No te entiendo._ Me sinceré.
_ No solo nos castigan con el exilio, también nos obligan a alimentarnos con nuestra propia sangre y eso puede llevar a la muerte, y los pocos que sobreviven acaban recibiendo el regalo de la locura._ Informó._ Es uno de los peores castigos que podemos recibir._ Comentó con severidad._ Revelar nuestra identidad es penada con el exilio eterno, del que nadie logra sobrevivir._ Soltó con seriedad._ Nosotros tenemos una identidad que debemos proteger de aquellos que no comprenden nuestra existencia. En el caso de revelarnos a un mortal sin estar seguras de su lealtad puede llevar a la exterminación de nuestra especie. Históricamente es un hecho que se ha estado repitiendo durante siglos. Razón por la que los ancianos decidieron establecer dicha norma para proteger nuestra especie y la de los mortales. Porque en una guerra no solo nosotros salimos perjudicados, sino también el bando contrario. Esas son las guerras que intentamos evitar a toda costa._ Explicó sin evasivas.
_ ¿Quiénes son los ancianos?_ Pregunté curiosa.
Ella no contestó. Siempre me pregunté el motivo de su silencio. ¿Pretendía protegerme manteniéndome en la ignorancia? Si no lo hubiese hecho puede que hubiese podido hacer algo aquella noche. Habría sido capaz de cualquier cosa para evitar aquella noche. Pero ella prefirió protegerme cuando ella debía ser la protegida. Nunca debió hacerlo.
_ Para controlar tus ansias de sed tendrás que optar por una alternativa desagradable o por la vía más fácil y accesible._ Continuó con su lección.
Mientras me levantaba del suelo vi el amanecer por la ventana. Estaba llegando la hora de nuestra despedida y temía dejar la conversación a medias.
_ ¿Cuál es la alternativa desagradable? No quiero matar a nadie. No quiero convertirme en una asesina._ En el fondo se trataba de una súplica.
_ Puedes alimentarte de sangre animal o de sangre de vampiro._ Respondió sin evasivas.
La idea de alimentarme de ella me aterrorizaba pero la idea de matar a un animal y beberme su sangre me… asqueaba. Me entraban arcadas de solo pensarlo. Y además, ¿cómo demonios iba a hacerlo? Ni siquiera sabía ir de caza. De hecho, nunca tuve un padre que me enseñara de ir de caza. ¿Cómo se suponía que debía hacerlo? ¿Saltar sobre mi presa y clavarle unos colmillos que ni siquiera estaba segura que iban a salir en ese momento? Y en el peor de los casos ¿Cómo hacer para que el animal no se resistiese? Ya me veía yo, luchando contra un animal para clavarle mis colmillos nuevos. ¿Quién saldría victorioso? Desde luego, yo no.
_ Tranquila, siempre puedes alimentarte de mi sangre. No es la primera vez que lo haces. ¿Recuerdas?_ Comentó sonriente.
No era necesario que me lo recordara. Aunque resultase una buena alternativa para controlar estas ansias ¿quién me aseguraba que no cometería una locura en el caso de que está volviese? Ella no podía permanecer a mi lado. ¿Cómo podría…? Entonces, recordé la escena de una película que había visto hacía bastante tiempo, el protagonista se hacía batidos con carne cruda. Era una manera un poco asquerosa de alimentarse pero podría funcionar. Podría llevarme una botella con ese líquido sin que nadie sospechase. Fácilmente podría pasar desapercibida. ¿Por qué no se me ocurrió antes?
Cuando levanté la mirada, comprendí que Katrina había escuchado nuevamente mis pensamientos, y por la expresión de su rostro, se lamentó de hacerlo.
_ Es mejor que nada._ Le expliqué.
_ Rechazas beber mi sangre para optar por una alternativa que puede no salirte rentable. Creo que te has vuelto un poco loca._ Opinó.
_ Tú no puedes estar siempre conmigo y tengo que seguir con mi vida. Es lo que he escogido._ Le expliqué._ Prefiero hacerlo así antes de acabar arrebatándole la vida a un ser inocente. ¿Qué ocurriría si estuviera alimentándome de ti y desaparecieras justo cuando mi tía Elis se encuentra en casa? No quiero matarla. No quiero matar a nadie.
_ Espero de verdad que te salga bien. Nunca antes un vampiro ha probado tal cosa._ Se sinceró._ No puedo asegurarte que te saldrá bien pero estaré ahí si ocurre lo que menos esperas para ofrecerte mi ayuda. No pienso abandonarte.
Levanté la mirada para ver como el sol estaba a punto de salir. Ya no teníamos tiempo para seguir con la conversación. Era el momento de volver a despedirnos, y el momento de centrarme en mi nueva vida.
_ No será hoy._ Le aseguré._ Esta amaneciendo y tú sigues aquí.
Ella comprendió mis palabras. Torció una sonrisa dulce y antes de darme cuenta ella ya había cruzado la puerta para desaparecer como había previsto. Caminé, entrando en la cocina donde vi la hora marcada en el reloj que estaba colgado en la pared. Solamente una hora y media para decidir si volver al lugar donde tanto daño me hicieron. Volver al instituto donde no había sido feliz. Dónde no tenía ningún amigo. Dónde tanto me machacaron por mi aspecto físico. Y la respuesta… ¡Sí!. Volvería para enfrentarme a todas esas arpías, para acabar con Lizz, para conquistar el corazón de Max y para acabar el instituto obteniendo todo aquello que me negaron. Sí. Por supuesto que iba a ir al instituto.
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1 comentarios:
Me alegra ver que sigues la historia por aqui, acabo de hacerme seguidora de tu blog. Espero el siguiente capítulo con ganas ^^
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