Capitulo 11 (primera parte)

                Desperté entre sus brazos. Aún seguía sintiendo el calor que desprendía todo su cuerpo, sus labios deslizándose sobre cada centimetro de mi piel, la sensación de llegar al extasis. Compartimos nuestros sentimientos más ocultos y nuestros deseos, convirtiéndonos en expertos bailarines que se movían al ritmo de una música que solo los amantes podían escuchar. Amándonos con tanta intensidad, deseandonos como nunca antes habiamos hecho, acariciándonos con la pasión que solo nosotros podiamos demostrar. Y tan mágica fue la noche, que bien se podía haber tratado de un sueño, del que habria dado por no despertar.

                Dormía a mi lado. ¿Cómo era posible que aún albergara esos sentimientos por mi? Le había mentido, abandonado y traicionado, y sin embargo, me amaba. Una y otra vez me susurraba que me amaba, me quería y me deseaba.  No le pregunté como era posible después de tanto tiempo. Solo me deje llevar por aquellos sentimientos que me arrastraban hacia sensaciones y emociones que nunca antes había experimentado. Sí. Yo también le quería. Aún seguía amándole. Y seguramente, le amaré hasta el resto de mis días. Ese es el amor.

                Por fín nos habiamos reunido, quedaban asuntos que debía resolver. Debía rescatar a Katrina, se lo había prometido. Pero también debía confesarle que era a Kevin. ¿Cómo podía volver a engañarlo? “No más mentiras. No más despedidas. Esta vez haré las cosas bien.” Me hice esa promesa.

                Le besé en la frente. No se trataba de un beso de despedida, sino otra promesa que debía cumplir.

                _ Esta vez regresaré.

                Con dificultad me aparté de su lado, recogí la ropa que había acabado en el suelo, y me vestí rapidamente, para después salir por la puerta. Recuerdo no haber mirado atrás. Tal vez por culpabilidad, porque… ¿y si no era capaz de regresar? Era consciente de mis posibilidades. Existía posibilidades de morir. Y tampoco  iba a retroceder. Y sin embargo, le prometí volver a su lado y confesarle toda la verdad.

                Relato de Kevin

                Abrí los ojos, ansioso de volver a ver su rostro. Pero la cama estaba vacia. Había vuelto a desaparecer. Y el sonido de la puerta cerrándose me aseguro mi peor temor. Pero no estaba dispuesto a permitir que ella me volviese abandonar después de tantos años separados. No, cuando conocía sus sentimientos por mí.

                Me levante de la cama el diablo que se lleva el viento. Recogí toda mi ropa que había acabado desperdigada por el suelo, y me vestí lo más rapido que pude. Corrí, y salí por la puerta tras ella.