Me habría gustado actualizar antes esta historia pero lamentablemente tuve problemas técnicos ^^ (vamos, que se rompió la fuente de alimentación de mi ordenador). Al final, y gracias a mi novio :)  (que es informático) pude solucionar el problema. Y ahora traigo la tercera parte del capitulo 2 (la parte en la que ella es adolescente). Próximamente, subiré la última parte. Solo me queda hacer las imagenes.
Espero que os guste. Y no dudéis en comentar.
BESOS.


               Cuando cumplí los quince años, no tuve una fiesta de cumpleaños, ni siquiera una tarta con velas a las que soplar. A cambio, me volvió a repetir la pregunta que me hizo aquel día, y mi respuesta siguió siendo la misma. Venganza. Vengarme de aquellas criaturas que me arrebataron a mis padres. No les iba a dejar impunes por sus actos. Esta vez, yo sería la que se manchase las manos con su asquerosa sangre.
                Me llevó al otro extremo de la casa, al exterior, donde se encontraba una enorme piscina y un muñeco de madera. 
             No era la primera vez que veía un muñeco de entrenamiento. Creo recordar, que mi padre se entrenaba con el mismo objeto. Y seguramente, era mi turno.
                _ Te enseñaré todo lo que sé._ Explicó con firmeza._ Empezaras con lo básico. Golpearas al muñeco de madera hasta que tus manos sangren, hasta que sepas golpear con fuerza. 
                La sola idea de sentir dolor y de que mis manos acabasen destrozadas, me aterrorizaba, incluso, hacia que me arrepintiera. ¿Estaba dispuesta a seguir y a no detenerme?
                Me coloqué delante del muñeco de entrenamiento y sin pensar comencé a golpearlo, sin detenerme a pesar del dolor que sentía en los nudillos. 
           Él se quedó detrás de mí, mirándome fijamente, sin perderse un solo detalle. Habría gritado, incluso, habría llorado, pero me habría defraudado a mí misma. Solo seguí golpeando al muñeco durante días, semanas, incluso, meses.
           Hasta que el dolor desapareció y mis manos adquirieron la fuerza que necesitaba.
_El dolor es fuerza._ Comentó sin un ápice de compresión en su voz. _ Es la primera lección que acabas de aprender._ Informó._ Ahora, veamos lo que has aprendido.
Se colocó delante de mí. Inclinó ligeramente el cuerpo hacia adelante, y yo hice lo mismo. 
 Un gesto de respeto hacia mi maestro. Eso, era para mí.
_ Atácame con todas tus fuerzas. _ Me retó.
 Le golpeé con el puño cerrado pero él lo esquivó con su brazo. 
 Seguidamente giré todo mi cuerpo, al mismo tiempo que levantaba la pierna con la intención de golpearle pero él… volvió a esquivarlo. 
 Apenas conseguía rozarle. Una lección que no tardé en aprender.
_ Aún te queda por aprender si quieres jugar en el mundo de los mayores._ Comentó con seriedad.
Nunca le vi sonreír. Ni siquiera sabía su nombre o cual era su pasado. ¿Qué le había llevado a tomar la decisión de enseñarme todo lo que él sabía? Y ¿por qué se negaba a fortalecer el lazo que nos unía? Solo se comportaba como un maestro frente a su alumna. 
 Ni un comentario que me hiciese sentirme querida. Solo, palabras duras que me mortificaran, o tal vez, esas palabras hubiesen tenido la intención de hacerme más fuerte desde el principio. Si esa era su intención, lo consiguió. Pero no como él habría imaginado.
Mientras el tiempo transcurría con rapidez, yo aprendí todas las técnicas de defensa personal. Aprendí diversos estilos de lucha, el manejo de toda clase de armas como las de fuego, el manejo de las espadas y las navajas, incluso, aprendí a como mantenerme oculta para no ser jamás descubierta. 
 Todo lo que una cazadora debía saber.
Nos encontrábamos tirados en el suelo. 
 A pesar de estar abrigada, aún sentía el frio tacto del suelo y la brisa helada golpear mis mejillas. Él, sujetaba un rifle entre sus manos mientras tenía un ojo puesto en la mira telescópica. En cambio, yo me encontraba a su lado, escuchando cada una de sus palabras mientras delante de nuestras miradas se encontraba la ciudad en todo su esplendor.
 Brillando más hermosa que cualquier otra noche.
Cogió mis manos y las colocó bajo las suyas, calentándolas al mismo tiempo que me obligaba a sentir el frío tacto del arma que él sujetaba. Levemente se apartó de la mira, dejándome a mí en su lugar. No lo pensé ni un solo segundo, hice lo que él me pidió en completo silencio. Coloqué mis ojos tras aquel fino cristal, observando la ciudad por un diminuto agujerito. Se veía tan cerca, que me entraban deseos de alzar la mano y tocarla con la punta de mis dedos. Pero solo era un espejismo. Ella se encontraba mucho más lejos, de lo que mis ojos apreciaban. 
 _ Respira hondo. Siente como la brisa golpea ligeramente tu piel. _ Susurró._ No muevas ni un solo músculo de tu cuerpo. Quédate firme, quieta, como si el arma fuese la que mandase en tu lugar._ Explicó.
 Lentamente, llevé uno de mis dedos al gatillo, rozándolo ligeramente sin presionarlo.
_ Solo hasta que llegue el momento.
_ ¿Cuándo sé que ese momento ha llegado?_ Pregunté con cierta inseguridad.
_ Cuando hayas observado a tu presa el tiempo suficiente, cuando dejes de sentir la brisa en tu piel, cuando sientas que no existe peligro para los que se encuentren alrededor o se halle sola, cuando tu corazón te dicte que es el momento…, entonces, deberás tomar la decisión.
 Antes de darme cuenta, apreté el gatillo. Un segundo más tarde, quizá algo menos, sonó un sonido estridente que salió del rifle. Un sonido corto y fuerte, que aturdió mis oídos. Había disparado un rifle que estaba cargado con munición falsa. Seguramente para mostrarme la sensación que producía cuando tienes un arma entre tus manos, un arma con la que arrebatar la vida de esas criaturas.
Aparté las manos del arma y me levanté del suelo. Seguidamente, él me acompañó, colocándose a mi lado sin soltar el arma. Los dos nos quedamos observando las vistas de la ciudad. 
 Sin duda, era la más hermosa. Y esa noche, brillaba más que nunca.
_ Has aprendido mucho durante estos últimos años pero aún te queda que aprender. No puedes confiar en nadie. Estás sola en esta vida._ Comentó con cierta nostalgia en su voz.
 Apareció esa tristeza en sus ojos, la misma que vi en aquella ocasión. ¿Qué era aquello que guardaba en su corazón?
_ ¿Quién eres?_ Le volví a preguntar después de tantos años.
                 _ Tom  Reeve._ Respondió con firmeza._ Eso es lo único que debes saber. A partir de este momento, nuestros nombres han  dejado de significar algo. Ya no somos Tom Reeve o Beth Summer. Ahora somos dos completos desconocidos que luchan por salvar las vidas de las personas que se encuentran en la ciudad._ Explicó mientras contemplaba como sonreía por primera vez. 
               Si nuestra vida era luchar por aquellas personas que ignoraban los peligros que les acechaban…, entonces, ¿por qué no luchó por su vida? ¿Por qué no se resistió? ¿Por qué dejó que aquella criatura, a la que había jurado matar, le arrebatara la vida sin antes luchar? ¿Por qué tuvo que ocurrir? Si aquella noche hubiese llegado antes, tal vez, él aún seguiría con vida. Pero por más que lo deseé, eso no hará que las cosas vuelvan a cambiar.

4 comentarios:

Carol Simmer dijo...

¡Por fin capítulo nuevo de criaturas de la noche! Me gusta mucho la dura personalidad de su maestro, sin duda de sus enseñanzas aprendería muchísimo, aunque le costase. Y resulta muy interesante el final, cuando ella hace una reflexión sobre él y su muerte. Parece que después de enseñarle tanto fue el primero en cometer el error de dejarse morir. Tengo muchas ganas de saber qué pasó con él, y quién era esa criatura de la que habla, seguro que está relacionada con el pasado de su maestro. Sigue así wapa! y no tardes en actualizar jijiji

Noemy dijo...

Ya verás el siguiente capitulo, jejeje. Espero que te sorprenda.
El maestro no es tan duro como se hace ver. Solo diré que su actitud se debe a una buena razón que ya se sabrá en otro capitulo. Y en cuanto a la criatura, bueno, será un personaje primordial en esta historia. :) Ya lo verás. JEJEJE.
Me alegra ver tus comentarios. Me animas bastante. jejeje. Nos vemos, guapa.

Nefertari_13 dijo...

Vaya entrenamiento mas duro! supongo que indispensable para lo que la espera claro.
Este tio es un poco serio jeje, bss

Noemy dijo...

Puede resultar serio pero lo hace por el bien de Beth. Ella tiene que ser fuerte para dedicarse a lo que quiere. Más adelante explicaré un poco sobre la vida de Tom. jejeje.
Besos.

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