Capitulo 10
Forbidden Kiss_ John Jey

Sentí una extraña opresión en el pecho, como si se tratara de un mal presentimiento. Incluso, cuando crucé la puerta de mi apartamento llegué a sentirme fuera de lugar. 
 Como si aquella puerta me traspasara a un nuevo mundo al que podría considerar como un sueño del que me negaría a despertar. Lo que nunca me imaginé fue ver aquel hermoso recuerdo, que durante tanto tiempo me acompañó, convertido en todo lo contrario por la cruel maldad. 
 Sus ojos carecían de razón alguna. No existía más que odio en ellos. Y eso me dolía. No evité la caída. 
 Dejé que él acabara sobre mí mientras le contemplaba como una bella ilusión que tanto miedo me daba tocar por temor a descubrir que era real. 
           _ Kevin._ Susurré su nombre después de tanto tiempo sin hacerlo.
            Podía ver su deseo. Quería arrebatarme la vida con sus propias manos. Atravesar mi corazón con el cuchillo que tan fuerte sujetaba. Le habría dejado hacerlo si con ello conseguía que aquel dolor desapareciera pero habría sido un acto egoísta si lo hubiese permitido. Porque aún estaba aquella promesa que me juré cumplir.
            Me levanté del suelo, apartándolo de mí. Y antes de que continuara su ataque, le golpeé provocando que su cuerpo retrocediera y se golpeara contra la puerta. 
 Cayó al suelo, inconsciente. 
            _ Tal vez algún día deje que acabes con mi existencia si aún lo deseas cuando conozcas la verdad que tanto tiempo te he ocultado. 
            Cuidadosamente, le levanté del suelo. Coloqué su pecho sobre mi hombro, y lo llevé hacia la otra habitación. Apenas pesaba su cuerpo. 
 Mi mitad vampírica había incrementado mis habilidades. Ya ni siquiera me sentía humana. Lo dejé caer sobre la cama con la delicadeza que él se merecía. 
 Se veía tan sereno, tan hermoso…, aún seguía siendo el mismo de antes. No había cambiado en absoluto. Y contemplarle, solo me hacía más daño. Y por alguna extraña razón, los recuerdos comenzaron a navegar por mi mente, tan lejanos y bellos, que los habría detenido para contemplarlos durante la eternidad si el tiempo me lo hubiese permitido.
            _ Él es un mortal y por mis venas corre sangre inmortal. ¿Cómo soy capaz de pensar que ambos tenemos otra oportunidad? Sería una ingenua si pensara en dicha posibilidad porque la realidad es que cuando descubra lo que soy…. Este deseo que tanto me consume por dentro, debe quedar en el olvido. No importa cuánto quiera volver a recuperar aquellos momentos, porque ya es demasiado tarde. _ Me confesé a mi misma esa verdad, mientras volvía a sufrir la asquerosa necesidad de ingerir un poco de sangre.
            Por culpa del incremento de mis habilidades, había tenido que consumir aquel líquido carmesí en más ocasiones de lo habitual. Seguramente porque mi lado inmortal estaba empezando a fortalecerse mientras que mí otro lado sucumbía irremediablemente. 
 Tarde o temprano, esa parte mortal desaparecería para siempre y no podría evitarlo. Y aunque me odiase a mí misma, debía dejar que esa parte a la que tanto odiaba se alimentara para así evitar cometer un error del que me arrepentiría. 
 Mis manos se han manchado de la sangre de otros vampiros, pero nunca de mortales. Aún guardaba humanidad dentro de mi ser. Una humanidad de la que nunca me desprendería tan fácilmente. 
            _ ¿Dónde estoy?_ Preguntó a mi espalda mientras yo seguía ingiriendo aquel líquido carmesí._ ¿Qué ha pasado?
            _ Ya has despertado._ Comenté no muy contenta.
            Aún no estaba preparada para enfrentarle. Pero… ¿Cuánto tiempo podría evitar la situación? Me levanté del sofá, dejando la bebida sobre la mesa de café. Y mientras mi corazón latía con fuerza, me volví hacia él intentando mostrarle con la mirada que no le conocía. 
 Sin embargo, sus ojos me mostraron lo equivocada que estaba. Se acercó lentamente hasta que nuestra distancia quedó reducida. 
 Levantó su mano con miedo para seguidamente colocarla sobre mi rostro. Rozando mi fría piel con la punta de sus dedos. 
            _ Shaly._ Pronunció aquel nombre con tanta ternura, provocando que mi corazón llorase por oírlo de sus labios.
            Le aparté la mano, a pesar de desear todo lo contrario. 
 El calor de su piel sobre la mía. Sintiéndome, nuevamente querida con una caricia suya. Un deseo que debía reprimir en lo más profundo de mi alma.
Le di la espalda, y caminé hacia adelante con la intención de que esa distancia que tanto había reducido se alargara. 
 No quería volver a ver sus ojos. No quería volver a sentir aquel calor que acabaría siéndome arrebatado por una cruel realidad.
            _ Lo siento, pero te has equivocado de persona._ Le aseguré.
            _ Eres tú, lo sé. ¡Estoy seguro de ello!_ Exclamó como si quisiera resistirse a que nuestro encuentro fuera falso._ Te he estado buscando durante estos últimos años. He esperado conocer la razón por la cual te marchaste. Y no pienso irme de aquí hasta oírla de tus labios._ Aseguró al mismo tiempo que me volvía hacia él y me obligaba a ver su rostro._ ¿Por qué? ¿Por qué?_ Repitió una y otra vez, y yo era incapaz de proporcionarle la respuesta que tanto ansiaba conocer.
           _ Porque no me importabas lo suficiente como para quedarme en aquel lugar. Además, te mentí. Ni siquiera sabes mi verdadero nombre._ Le respondí con dureza a pesar del dolor que me producía al hacerlo.
            No era la única que estaba sufriendo. En sus ojos apareció un dolor indescriptible. Un dolor que no quería volver a ver en su rostro. 
          _ Siera._ Pronunció mi verdadero nombre para hacerme aterrizar en la cruda realidad.
            ¿Cómo lo sabía? ¿Cómo podía pronunciar mi nombre con tanto dolor cuando le había mentido desde el principio? ¿Por qué me hacía esto? Yo solo me marché para no perderle. Solo había querido protegerle durante todo este tiempo.
            Me dió la espalda y caminó hacia la puerta. 
 ¿Por qué tenía que volver a perderlo? No quería que se alejara. No quería distanciarlo de mí. Le amaba, le deseaba y le necesitaba. Necesitaba su calor, nuevamente, sobre mi piel. Necesitaba volver a escuchar mi verdadero nombre.
            Corrí hacia él, rodeándole con mis brazos para evitar que volviera alejarse de mí. 
 Esta vez, no sería una cobarde. Esta vez, lucharía por lo más querido. 
             _ Perdóname por ser incapaz de confesarte la verdad que tanto tiempo llevo ocultándote. Perdóname por ser una cobarde que prefirió alejarse de tu vida por protegerte._ Le confesé mientras mis manos le sujetaban con fuerza._ No quiero volver  a perderte. Quiero volver a vivir aquellos momentos.
            Se volvió hacia mí al mismo tiempo que me agarraba de los brazos y me empujaba contra la pared. Lentamente acercó su rostro al mío. Podía sentir su aliento tan cerca. Sus labios, a los que tanto deseaba besar, tan próximos a los míos. 
         _ Llevo tiempo soñando con volver a rozar tu piel. Sentir nuevamente tus labios sobre los míos. Perderme en tu mirada. Pero me duele ese deseo que tanto me ha consumido desde tu ausencia. 
  Colocó su mano sobre mi mejilla mientras rozaba mis labios con la punta de su dedo.
 _ Estos labios que tanto he soñado con volver a besar, están tan cerca que sería un pecado no saborearlos. Pero tengo miedo a que solo sea una triste ilusión. Puedo sentir como me aclaman y yo… solo debo hacerlos silenciar con un simple beso. 
 Sus labios cada vez se aproximaban a los míos, y yo ansiaba volver a sentirlos. Lo deseaba con todas mis fuerzas.
_ Bésame._ Le rogué.
Sus labios se colocaron sobre los míos como si fuesen perfectas piezas de un puzle que ambos habíamos unido. El calor de su boca, penetrando sobre el interior de mi boca. Su cuerpo contra el mío. Su calor envolviendo mi fría piel. 
 Esa noche nos juramos un amor cuya llama siguió ardiendo a pesar de la gran distancia que nos mantenía separados. Y mientras los latidos de nuestros corazones se unían, supe que nunca más me volvería a alejar de esas manos. No permitiría que nadie nos separara.  

2 comentarios:

Carol Simmer dijo...

¡SI! ¡Por fin juntos! Que reencuentro tan bonito e intenso, me alegra que todo haya acabado bien, yo pensaba que Siera le dejaría marchar, pero la escena de ella abrazandole por detrás ha sido preciosa *.*

A ver cuanto tiempo tarda la golfa en meterse...y cómo reacciona Kevin cuando ella le cuente su verdad.

¡Me ha encantado Noemy! ¡Estoy deseando ver qué pasa después!

¡Besazos!

PD: Menos mal que ya me dejó comentar, gracias por cambiar a ventana emergente ^^

Noemy dijo...

Gracias Alidaen. Me alegro que te haya gustado jejeje. La verdad es que quería hacer el reencuentro intenso porque ahora se va a cumplicar la historia. Y el final esta bastante proximo. Para ser sincera, tengo la historia casi escrita pero solo me falta el final. ;). Espero que los demás capitulos te sigan gustando.
Nos vemos, guapa.
BESOS.

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