Siento haberos hecho esperar. Aqui traigo la segunda parte del capitulo 10. Es un poco más largo que el anterior. Espero que os agrade. 

Capitulo 10: Segunda parte.

                                       Rev theory: Broken Bones


Las preocupaciones desaparecieron cuando ella apareció. No sabría cómo explicarlo, pero ella conseguía deshacerse de todo lo que me atormentaba. 
 Para mí, se trataba de un ángel capaz de borrar mis penas con solo agitar sus blancas y bellas alas.  Estaba parada enfrente de mí, con un brillo especial en sus ojos. Tal vez, porque ella se alegraba que yo también estuviese bien.
_ Os dejaré solas._ Dijo Ezreal. 
            Ya no debía temer a nada, ella estaba a mi lado. Tal y como prometió. Sin embargo, el dolor de verla marchar me rompía el corazón. No iba a permitir que me la arrebataran de mis manos.
            Se acercó lentamente mientras el brillo de sus ojos se desvanecía, como si nunca hubiese estado en ellos. En cambio, la tristeza la envolvió. ¿Por qué sentía el pecho oprimido? 
            Incluso por un segundo pude ver miedo en su mirada. Comprendí que ella conocía el temor que sentía por su marcha, por su castigo. Si no se hubiese sacrificado por mí, tal vez, jamás hubiese tenido que tomar aquella decisión. Debo reconocer que siempre he sido débil y he dejado que ella me salvara la vida. Fui una estúpida.
            Se abalanzó sobre mí, y antes de darme cuenta, nos estábamos fundiendo en un abrazo cuyo significado se encontraba oculto dentro de nuestros corazones. 
           Sus brazos me aferraron contra ella con todas sus fuerzas.
            _ Estas bien._ Murmuró.
            _ Estaba preocupada por ti._ Solté contenta de que sus brazos me rodearan.
            Para mí, ella era más que una amiga, incluso más que una hermana, era como la madre que nunca pude conocer. Estoy completamente segura que mi madre habría sido como Katrina. Con un corazón bondadoso y gentil, llena de fuerza y valentía, incluso, con la misma belleza. Lo supe en ese momento, cuando sus brazos seguían abrazándome con la intención de nunca soltarme. Por esa razón no iba a permitir que me arrebataran esas manos cálidas, su mirada suave y su sonrisa dulce. Porque si en algún momento dejaba que eso sucediera, acabaría por volver a sentir la soledad que tanto detestaba y durante tanto tiempo me acompañó.
            Sus manos dejaron de aferrarme a su cuerpo. Con cierta tristeza se separó. 
            _ Todo saldrá bien si confías en mí._ Dijo segura de sí misma.
            _ Confió en ti._ Respondí con firmeza.
            Torció una sonrisa, pero no borró la tristeza en sus ojos.
            _ Tienes la oportunidad de escapar._ Comentó, intentando no mostrarse afligida.
            _ ¿Vendrás conmigo?_ Desde un principio temí hacer aquella pregunta.
          Su sonrisa se borró con rapidez, y agachó la mirada. Entonces, supe su respuesta sin necesidad de escucharla de sus labios. Ella ya había tomado una decisión por mí.
            _ No, no, no._ Repetí una y otra vez la misma palabra.
            Levantó la mirada sorprendida.
            _ No pienso huir sin ti._ Le expliqué seriamente.
            _ No puedo._ Respondió apenada.
            _ ¡No puedes pedirme que huya sin ti!_ Exclamé dolida._ ¡¿Y qué ocurre con la promesa que nos hicimos?! ¡Nunca más volveríamos a estar solas!_ Alcé la voz para repetir la promesa._ ¡Me prometiste no abandonarme y ahora lo estás haciendo!_ El pecho dolía a causa de su repentino silencio._ ¿En qué lugar queda la promesa que me hiciste?_ Le pregunté dolida.
            El silencio no desaparecía. Ni siquiera sus labios se movieron para musitar respuestas que justificaran su decisión. Solo me miró con la sorpresa, incluso, con la pena reflejada en su mirada. Necesitaba que me diese alguna explicación. Necesitaba que dijera “Escapémonos juntas” pero solo fueron deseos estúpidos que nunca llegaron a cumplirse.
            _ ¿Por qué? Solo dame una razón por la que no piensas cumplirla._ Le dije dolida._ Por favor, es lo único que necesito._ Rogué por volver a escuchar el sonido de su voz.
            _ Solo lo hago por…
            Fue incapaz de terminar aquella frase.
            _ He sido castigada y debo cumplir mi castigo. Esa es la única razón que me impide irme contigo en estos momentos._ Explicó con firmeza._ Incumplí las reglas al transformarte en vampiro, al matar aquella neófita con mis propias manos y al mantenerte oculta. ¿Lo entiendes ahora?
             _ ¡No!_ Le grité alterada porque nuestro final se estaba acercando._ ¡Tú no incumpliste las normas! ¡Tú misma me lo explicaste¡ ¿Recuerdas? ¡Tú misma me lo enseñaste!_ Intentaba hacerla entrar en razón pero resultaba inútil.  
            Suspiró cansada de su propia batalla personal cuyo final había llegado. Acaso, ¿no había vuelta atrás?
            _ ¿Sabes la razón por la cual eres la única vampira capaz de pasearse bajo la luz del día? ¿Nunca te has preguntado la razón por la cual te convertí en vampiro?_ Su mirada se volvió fría como el hielo, y sus labios mostraron una sonrisa malévola que nunca antes había conocido en Katrina. Ya no era la chica dulce que conocí, en su lugar, se hallaba la verdadera criatura oscura que habitaba en su interior. La había dejado salir para mostrarme su verdadero yo. _ Eres incapaz de verlo. No eres más que una estúpida niñita sin dos dedos de enfrente._ Abrió la boca para enseñarme sus colmillos afilados al mismo tiempo que gruñía como un animal enfadado._ ¿De verdad no estás interesada?
            _ Katrina._ Pronuncié su nombre como si fuese la última vez.
            _ Nunca completé tu transformación._ Soltó sonriendo con maldad.
            _ ¿Qué-quieres-decir?_ La voz me tembló.
           _ Es cierto que por tus venas corre sangre de los hijos de la noche pero seguirás siendo mortal hasta que esa sangre no recorra todo tu cuerpo. Hasta entonces, serás capaz de sentir los rayos del sol sin que éstos te abrasen. Pero cuando llegue el momento serás incapaz de salir a la luz._ Explicó sin dejar de borrar la maldad en su sonrisa._ No eres más que una transformación que salió mal. ¡Has sido un maldito estorbo!_ Gruñó ferozmente.
            _ Entonces, ¿durante todo este tiempo yo…?
            _ Si. Esa es la razón por la que aún te mantenemos con vida._ Respondió divertida. 
 
             No derramé ni una sola lágrima por sus palabras porque sabía que solo se trataba de una actuación. Sonreí feliz de saber que ella era capaz de romper su promesa para protegerme. ¿Cómo podía odiarla por ello? Nuevamente estaba salvando mi patética existencia.
            _ Gracias.
              Me aparté de su lado, dirigiéndome a la puerta. 
            No volví la mirada para verla por última vez. Ni siquiera nos dijimos palabras de despedida.
            _ Tienes tres semanas para tomar una decisión.
            Cuando me encontré a dos pasos de distancia cerca de la puerta percibí el aroma de la sangre envolver el ambiente. Sin duda, ella estaba llorando por una despedida que ninguna de las dos queríamos. 
             Desde aquel momento me pregunté por qué no decidió huir conmigo, pero en el fondo de mi corazón siempre supe la respuesta. Juntas habríamos sido incapaces de conocer la verdadera libertad. Siempre perseguidas y huyendo durante toda nuestra eternidad. En cambio, la parte mortal que aún vivía en mí me otorgaba esa oportunidad. 
           Y esa noche me abrió los ojos ante la nueva esperanza de ser libre, a pesar de sacrificar su propia libertad. Era su deseo.
            Durante toda la noche vagué por la ciudad, recordando sus frías palabras. Recordando su intento por ofrecerme la libertad que a ella le habían negado. Fue lo único que tuve en mente. Y sin darme cuenta, acabé sentada en un columpio de los parques. 
           Viendo el amanecer como si fuese la última vez que fuese a verlo. Tres semanas para tomar la decisión de huir y abandonarlo todo.
            _ ¿Siera?
           Como un rayo esperanzador apareció para enseñarme el camino que debía escoger. Lo siento Katrina, pero nunca cumplí tu último deseo.  ¿Hice lo correcto?

2 comentarios:

Carol Simmer dijo...

Que la salve por dios!! Pobrecita Katrina, me encanta la unión que se ha creado entre ellas, es como la madre que nunca tuvo. Y vaya momento para aparecer Kevin, el muchacho tiene el don de la oportunidad xD A ver en qué embolao le mete Siera (espero que uno gordo xD)

Sigue así y actualiza pronto por favoooor!! Besitos ^^

Noemy dijo...

Me encanta tus comentarios. :) (me animan bastante a seguir)Solo diré que la unión que existe entre ambas no se va a romper nunca pero eso se verá en la segunda temporada (por el momento debo ser un poco mala ^^)
El siguiente capitulo ya esta casi finalizado, asi que, lo más probable que lo suba muy pronto.

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