CRIATURAS DE LA NOCHE
11:48 |
Publicado por
Noemy |
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Aqui traigo el segundo capitulo de esta historia. Este capitulo es solo el inicio que explica como se convirtió en una cazadora, y cuales fueron sus principales motivos. Es una historia un poco complicado. Espero que os guste.
Las acciones más crueles pueden marcarte la vida para siempre, y a mí me marcaron con tan solo ocho años de edad. A esa edad nunca imaginé que aquellas criaturas a las que tanto temía en mis pesadillas eran reales. Comprendí aquella realidad en una sola noche.
Habíamos salido al cine para ver la película favorita de mi madre.
A ella le encantaban las películas románticas. Solía decir que el amor era la mejor medicina para el alma. Puede que tuviese razón pero nunca podré decírselo. Sin embargo, recordaré sus palabras para siempre.
Sin duda, mi infancia debió de ser maravillosa a pesar de ser incapaz de recordarla con exactitud.
Me encantaría poder cerrar los ojos para sentir el perfume a rosas de mi madre y ver la sonrisa de mi padre. Todo lo que me arrebataron en una sola noche.
Después del cine volvimos a casa. Mi madre sujetaba mi mano con delicadeza. Mientras mi padre se nos adelantó, dirigiéndose hacia la puerta.
_ ¿Qué te parece si cocino tu plato favorito?_ Me preguntó torciendo la sonrisa dulce que tanto me gustaba contemplar en ella, porque era capaz de brindarle luz a la misma noche.
_ Sí._ Respondí.
Mi padre abrió la puerta, y los tres entramos en casa sin imaginar lo que nos esperaba. Tres hombres vestidos de negro de tez pálida, de ojos carmesí y con la maldad en sus miradas, esperando a nuestra llegada.
Uno de ellos sonrió para mostrar sus enormes y afilados colmillos.
_ ¡Correr!_ Gritó mi padre con angustia.
Aquellas criaturas impidieron que nosotras pudiéramos huir por la puerta cuando nos apuntaron con las armas que sujetaban con firmeza. Uno de ellos se acercó a mi padre. Sus pies apenas rozaban el suelo. Le golpeó con la culata del arma, provocando que cayera malherido.
No dejaban de apuntarnos con las armas que llevaban en las manos.
Recuerdo ver como las lágrimas de mi madre se deslizaban por su rostro. Una imagen que nunca antes había visto. Me abrazó con fuerza mientras en su mirada estaba reflejado el miedo. Y yo, no podía dejar de mirar a aquellos seres que sonrían sin escrúpulos. Mi madre suplicaba por nuestras vidas con su mirada. Pero era inútil pedir misericordia a criaturas sedientas por nuestra propia sangre.
_ El acuerdo entre los mortales y los vampiros se romperá si nos matáis._ Informó mi padre con rabia.
_ ¿Por qué crees que estamos aquí?_ Preguntó con sarcasmo.
_ Deberíamos comérnoslos a todos._ Sugirió uno de ellos._ La niña tiene una pinta deliciosa._ Comento mientras relamía sus asquerosos labios y sus ojos me miraban como si fuese un maldito trozo de carne.
_ Yo preferiría descuartizarlos lentamente, uno a uno hasta que el dolor sea tan insoportable que mueran._ Sugirió el otro individuo que seguía apuntando con su arma.
_ Muchachos, muchachos._ Dijo sonriendo._ Debemos ser cautelosos en nuestro trabajo si no queremos ser perseguidos por los cazadores y ser castigados por nuestras acciones._ Explicó divertido._ Además, él puede enfadarse si lo hacemos mal.
_ Tienes razón, jefe._ Contestó el más tonto de todos.
_ Matarte va a resultar satisfactorio pero aún más cuando te mate con las mismas balas con las que nos dais caza._ Explicó mientras observaba el arma de sus manos._ Balas de plata bendecidas. _ Torció su sonrisa más perversa para volver la mirada hacia mi padre._ Con estas balas conseguís aturdirnos con facilidad, para después clavarnos una estaca de madera en el corazón o atravesarnos con las espadas forjadas en plata._ Se rió divertido, disfrutando hasta el último momento del miedo que mis padres sentían. Yo apenas era capaz de sentir miedo porque aún seguía asimilando aquella situación._ No sois más que unas criaturas imperfectas que nos habéis cazado durante siglos por culpa de vuestra ignorancia. Y ahora seréis castigados por ello._ Susurró las últimas palabas sin dejar de sonreír.
_ ¡Vete al infierno!_ Le gritó.
En su voz ya no había salvación. Había perdido las esperanzas pero eso no lo comprendí hasta más adelante.
_ No, por favor._ Rogó por la vida de mi padre.
Era demasiado tarde. Tras oír aquel sonido aterrador, escuché como el cuerpo sin vida de mi padre caía al suelo. El aroma a sangre envolvió el que había sido mi hogar. Era demasiado tarde para las suplicas. Demasiado tarde para volver atrás en el tiempo y no cruzar la puerta. Demasiado tarde para salvar nuestras vidas.
_ Cierra los ojos, cariño._ Pidió mi madre mientras me abrazaba con más fuerza._ No tengas miedo.
Volví a escuchar aquel sonido aterrador. Lentamente sus manos me soltaron. Levanté la mirada para ver un hilo de sangre deslizarse del interior de sus labios. Quise agarrar su cuerpo con aquellas manos diminutas, pero cayó al suelo sobre un inmenso charco de sangre.
Las dos personas a las que tanto amaba, yacían en el suelo con las miradas vacías de vida. Y yo había sido testigo de ello.
Recordé las últimas palabras de mi madre. Me rogaba que no tuviera miedo, tal vez porque existía esperanza de volvernos a encontrar en un mundo donde las criaturas más terroríficas solo fueran simples pesadillas.
Cerré los ojos y dejé que la imagen de mis padres aún vivos reinase en mi mente inocente. No derramé ni una sola lágrima. Ni siquiera rogué por mi vida. Solo dejé que la muerte me llevará a su lado, tal y como había hecho con mis padres.
De repente sentí dos pinchazos en el cuello. Me dolía tanto que dejé salir un grito de mis labios, y en respuesta escuché las risas de aquellos que habían decidido eliminar mi humilde existencia. A los pocos segundos dejaron mi cuerpo caer como si fuera una muñeca rota sin valor alguno. Levemente abrí los ojos para observar a la muerte.
Me miraba con tristeza en sus ojos. ¿Por qué sentía lastima de mí, si yo me iba a reunir con mis padres? Comprendí su mirada cuando sus armas volvieron a ser disparadas.
No recuerdo cuanto tiempo transcurrió pero llegó nuevamente el silencio como si nunca hubiese desaparecido. Unas manos sujetaron mi cuerpo, levantándome del suelo. Sus manos eran tan cálidas. Me sujetaron con fuerza mientras la oscuridad ocupaba su lugar.
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4 comentarios:
Pobre niña! Pero cómo se nota desde pequeña que es bien fuerte. Me ha conmovido mucho la frase "¿Por qué sentía lástima de mí, si yo me iba a reunir con mis padres?" Pobrecita :((( Me ha encantado el capítulo, ya me tienes enganchada para esta nueva historia también, estoy deseando saber más sobre el personaje y ver cómo sigue ^^
¡Un beso!
Gracias Alidaen. Reconozco que este personaje es más fuerte de lo que aparenta y te puedo asegurar que es a causa de su pasado ^^.
Si te soy sincera, llevaba tiempo queriendo reescribir esta historia y me alegra que te haya enganchado, porque eso significa que voy por el buen camino jejeje. Besos.
Pobre niña, tener que presenciar todo eso.
Desde luego tiene que hacerse fuerte por narices, el pasado la perseguirá siempre, espero siguiente capítulo jeje, bss
Gracias Nefertari_13 por tu comentario. Me alegra que te haya gustado la historia. Pronto subiré la siguiente parte.
Y por cierto, bienvenida. Es un placer ver que tambien te gusta esta historia. ^^
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